lunes, 19 de julio de 2010

No se casó con el principe azul, y vivió feliz por siempre.

Es fácil pasar de inocente víctima a depredador o carroñero con la simple caída de un antifaz. Vivir en un entorno donde el prisma transparente y luminoso refleja colores rosa, a pesar que la fuente de luz sea artificial, es contrapruducente y contradictorio.
Ilusiones vanas, vagas, chispeantes como el caramelo que comía Vivian esa tarde convivian en su mente y en su lengua.
Una colombina fucsia era el calmante de una rabieta, característica de los dos años de vida que tenia, con lo cual su madre libró una tarde de correteos en la iglesia del pueblo.
Magno evento era el de ese dia lleno de flores, trajes de lentejuelas, miradas etilicas y sonrisas plásticas: La boda de su hermana mayor, Suzan.
Una década más tarde Vivian recibió su primer beso en los labios, una flor y la invitación comprometedora de unos padres interesados de casarse con Lucca cuando terminaran la universidad.
A los 12 años ella estaba inmersa en un matrimonio arreglado el cual le facilitaria y segun sus padres garantizaría su "felices por siempre".
Terminando el bachillerato, un dia de fiesta en el club, con auto nuevo, dinero suficiente y parientes en el extranjero, decidió conocer ese país que le habían privado por ser del tercer mundo el cual estaba en la frontera de su urbanizacion y la avenida siguiente.

La avenida doce de su pueblo estaba atestada de gente. Ella camino entre el bullicio tradicional en una pasarela de olores, colores, sabores, elementos nuevos, sonidos, palabras, frases, razas y modos de vida cada vez más diversos. Pasillos de toldos rojos, luvia de improperios machistas dirijidos a su adolescente cuerpo. Avisto un hotel cuatro estrellas y la playa al mismo instande de percibir el salitre y el picor del sol de mediodia.
Tomo el transporte público, vio un parque y decidio caminar en el unos minutos, se acosto en el suelo sobre una pashmina y miro el cielo tan azul como los ojos que le dijeron junto con un silencio de pasos: Hola, ¿quieres ver?
Era un artesano Argentino alto, blanco rubio, de pomulos bronceados, dientes perfectos, muñecas tatuadas, con una colorida gama de elementos ornamentales en venta. Ella solo dijo que aceptaria el Hola y un cigarrillo, el solo dijo, que sea compartido. Llego el crepusculo entre risas, un vino barato, y la anecdota mas importante en cada marca de sus pasaportes.
Caminaron al centro y ella manifesto la curiosidad de tomarse unas cervezas baratas en un bar de putas caras. El sonrio a lo bizarro pero sincero de su propuesta.

Un numero extrenso de tragos marco la frase: Soy Vivian. Soy Paolo.

El comento que deberia dejar el gps en paz, que si estaba compartiendo en un burdel con una desconocida que veia tan animosamente los bailes de otras mujeres, y habia viajado tanto como el, ya era posible ser buenos amigos.

El dijo: yo era un principe como la princesa que eres tu, pero un triste dia quise saber si mi sangre era azul, corte mis venas y era roja, tatue mis cicatrices, me fui de casa, vivi mi vida, y te conoci a ti. Espero salir de este bar e ir contigo de viaje un tour de catas al Valle del Napa, si sobreviviste al vino del parque alla seras inmune, jajajaja. Estoy tentado a tocar tu piel morena y besar tus finos labios, a pesar de que sigues mirando a la mujer del bikini fucsia.

Ella dijo: Pensaba en ese color, pensaba en que no quiero dormir, no quiero despertarme en mi cama rosa, ni soñar con el dia en que mi madre me dio un dulce como chantaje el dia de la boda de mi hermana para no decir lo que vi en la limosina entre la novia y la madrina de la boda, para olvidar que mi hermana parecia un angel triste y su novio un pinguino, para olvidar el dia en que me senti vendida al recibir una flor y un famoso apellido. Apenas hoy supe que se siente estar entre los seres humanos de este mundo.

El dijo: Hice que el reloj nunca marcara las doce,nunca dormiras, nunca despertaras, de igual forma ya encontre tu zapatilla de cristal. No tengo un noble corcel pero si millas para viajes internacionales.

A las nueve de la mañana dos dias despues en California, tomaban agua y comian frutas en la playa mas cercana al hotel de unos amigo de el, acostados al sol mientras la resaca le pedia un baño salado, se miraron, se reconocieron en una misma historia, al final la nobleza siempre se une a la nobleza, aunque esta vez la princesa no se caso jamas con este principe azul, ni vivieron en un castillo, ni tuvieron descendencia, ni rostros, ni nombres, ni familia, ni joyas, ni rituales de bodas blancas, ni pais, vivieron felices por siempre en miles de viajes por el mundo y en conversaciones largas y jocosas, la alegria de dos ex patriados habia llegado por fin, en cada dia sin amaneceres ni anocheceres.

1 comentario:

  1. Este me gustó jejejeje. Viste, es facilísimo esto del Blogger. Bienvenida AnaGaby! ;p

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