domingo, 13 de noviembre de 2011

De ti.

Me provocó escribir de que existes en mi pero yo no en ti.
Me sorprende como tu humanidad casi divinidad, esta cerca de lo imposible para mi.
Pero casi en susurros algo me dice que debo estar allí, que debo seguir.
Como serán tus manos?
Podrán tomar las mías y junto con tus pies andar conmigo al lado?
Como será el olor de tus labios?, Será que alguna vez, algún dia o alguna noche podrá mi piel apreciarlo?
Es duro moverse en un camino de sueños, porque son sólo son eso, sueños, con interminables despertares.
Pero mira, cuando te sueño, esos momentos parecen tan reales.
Como en un cuento de hadas, que las mujeres se vuelven niñas y los hombres príncipes ideales, así te pienso.
Además creo con cierta picardía e inocencia, que vendrás en un corcel a rescatarme.
Eres algo tan bello, que haces explotar dentro de mi mil letras, de poemas y canciones.
Mil besos de los que todavía no conoces,
mil caricias que todavía no existen,
y mil te amo que pronunciarían en coro nuestras voces.
De ti algún día espero un "quédate, vente conmigo".

martes, 9 de agosto de 2011

Ella

Mariano se preguntó cómo hacía Lorena para pintar de lágrimas, acuarelas.
De besos óleos, de carboncillos estrellas.
Del marfil, arcilla, de la brisa estelas de su perfume floreado de azucenas.
Miraba la sonrisa en una boca desierta de palabras sinceras, sólo pícaras y a veces algo serias.
Cual filósofo y artista que a su musa espera, sentada en la mesa de roble ella tallaba una vela, miles de corazones eran la escena.
Sus uñas cortas, un par de trenzas y unos libros de escuela, fieles amigos, reposaban al lado ignorados por ella.
Ella sabe que Mariano la espera, ella sabe que el amor de su pecho es sólo de ella.


Florecen sólo para mi las rosas tornasol.

Dependencia, obsesión, paranoia, angustia, estrés, desvelos, anhelos y depresión.
Emoción, ilusión, desengaño y el mal sabor de una mentira mal vivida.
Al caminar por una vereda ya conocida, puedes cerrar los ojos ya que la inercia del recorrido te llevará frente al rosal que siempre espera por las lágrimas que le sirven de comida.
Abres los ojos, sientes el sol a tus espaldas.
Hasta en las aguas más salobres hay vida, hasta en la tristeza más profunda cabe una sonrisa.
Descubres que dentro sigue la luz encendida.
Una rosa te habla, te recuerda que ésta es tu casa, sólo que tu estabas perdida.
Independencia, tranquilidad, serenidad, descanso, alegría, paz, tu misma...


viernes, 13 de mayo de 2011

Tú que estás donde debes estar

En lo efímero de un beso que tal vez medio segundo después olvidé,

quedaron retoñando esas ganas que no quería tener más.

Cuando en un instante inconcientemente tu estabas poblando mis fronteras,

y ya tenías tus brazos alrededor de los límites que me separan de la gente extraña.

Entonces,

¿Cómo no reíme en tu sonrisa?,

Si descubrí que tienes la destreza de moverte con mi cuerpo y reproducir mis emociones en tus emociones.

Entonces,

¿Qué fué eso?

Sólo un beso,

una madrugada,

una sonrisa,

una sola noche.

Desde ahí tu vida en mi vida quedó estampada.

¿Recuerdas ese momento?

¡Sí, ése en que se fundieron nuestras miradas!

lunes, 7 de marzo de 2011

El día cuándo los amados se reúnen y hacen lo suyo: el amor.

En el sublime momento en que los labios dejan la piel,
Y en el irremediable suspiro de añoranza que deja una despedida,
hay una brecha lisa, tenue, sincera de miedos, aún si son acompañados de instantes coloridos, se tornan oscuros al saber de la soledad de otra soledad.
Y en los temores, terribles pesadillas, húmedas por las lágrimas del hecho injusto de la distancia, está sentada una niña que florece pese a las vicisitudes.

No se sabe de donde surge tanto poder, tanta vida y tanta fé, dicen que del amor.

Dos velas ahogándose en si mismas eran las espectadoras de aquél momento en que ellos terminaron la cena. En un día no previsto, en una hora que ningún reloj jamás se atrevió a marcar, estaban los dos envueltos en un sentimiento.

La brisa marina, el sonido de las olas rozando la arena, estrellas, una luna menguante y tres botellas de vino vacías, eran el escenario del encuentro de dos viejos y conocidos amantes.
La vida y las decisiones forjaron armaduras en sus pechos para resguardar sus corazones. Pero ese día un alquimista trabajaba por hacer algo único y hermoso. Él que siempre quiso olvidarla, dejarla, no pensarla; y ella que se esforzaba en no pensarlo, dejarlo, olvidarlo. Tenían sus dedos entrecruzados sobre la mesa, la mirada fija en los ojos del otro, y las ganas de que ese momento fuese eterno.

-"Dicen que no se vive solo de amor, pero cuando se vive en él, las cosas son mas suaves y si la compañía realmente es buena y hace su trabajo: acompaña en el mismo amor, puede ser que funcione, mientras nuestra propia humanidad no lo destruya"- Dijo ella, en tono filosófico.

-"Trato de buscar razones para no quererte, para pensar que eres de mentira, para creer que eres una mala mujer, pero más me cercioro de que me amas, y tu cariño es real, y no teniendo más nada que decirte ni que ofrecerte sino mi cariño también, te acompaño a donde ésto nos lleve"- Respondió él desviando la mirada de sus ojos a sus manos para tomar ambas y besarlas.

-"Nadie nunca ha hecho tantas cosas para demostrar su amor hacia mi, no sé de que planeta eres"-

-"Del mismo planeta que tu, idiota"- Replicó ella con picardía.

-"Me tienes acorralado, no puedo sino quererte"-.

-"¿Y quién te dijo que escapar era una alternativa?"-

Cuatro años intermitentes de espera, de relaciones infructíferas, de llamadas de larga distancia, cambios de domicilio entre varios países, frustraciones, peleas, reconciliaciones, cartas, canciones y poemas, encuentros furtivos, ausencias, presencias, compromisos, hechos de la vida, estaban revelando una cadena de risas mientras ellos decían: recuerdas cuando estuvimos, recuerdas el día, recuerdas aquél...

Había llegado el día en que el destino agotó las excusas de tenerlos separados.
Y donde los cuentos de hadas dicen "Felices por siempre", empezó una nueva historia, cuando lo común es que termine. Ningún autor habla del día después, éste día era el día después de ellos y siempre sería ese día, cuándo los amados se reúnen y hacen lo suyo, la razón misma de la vida: el amor.