sábado, 31 de julio de 2010

Los Dos Principes

Justino y Eduardo eran dos jovenes nacidos en un mismo mes y año, hijos de una misma tierra, primogénitos de la realeza. Sus estirpes destacaban en un reino muy lejano donde era resguardada su pureza. Eran los unicos aspirantes a la sucesion directa de los respectivos tronos.
Justino era muy caballero y orgulloso de su bien labrada inteligencia y fortuna personal. Vivaz, apasionado, perpicaz, presumido, muy ambicioso y de ego impecable aunque por situaciones de su infancia, la seguridad en si mismo era muy fragil. Siempre soñador, siempre trabajador en una mejor fortuna social y material. Su madre, la Reina era responsable de su caracter fiero, era la unica Reina y la mas poderosa mujer en la historia familiar real. Lo que mas impacto causaba en la presencia de Justino era su valor, se hacia sentir como unico y el mas importante entre las miles caras de la corte, su postura implacable, y su sencillo pero efectivo poder entre nobles y subditos, hacian de el uno de los mejores futuros reyes. Todos recordarian de el su siempre humor negro bien elaborado, su voz calida, su simpatia bien administrada para cada ocasion, su habilidad para la tecnologia y los trabajos manuales, su gusto por lo exquisito y su debilidad por los placeres de la carne y de la vida en general.

Eduardo era un joven muy amoroso, sencillo, humilde, despreocupado, sensible y descuidado. Sus habilidades eran conversar y hacer amistades, las artes plasticas, la musica. El reino podia quemarse y desaparecer mientras el pudiera pintar, cantar, dibujar y hacer canciones que le permitiera desahogarse y expresarse con el resto del mundo. Era el unico y peor futuro Rey.
Su descuido y sencillez lo habian hecho parte del pueblo, de lo bohemio, de la plebe, de las fiestas paganas y presa de los millones de reclamos de su padre, el siempre perfecto, poderoso y eterno Rey. Al sentirse seguro del amor que lo rodeaba, Eduardo podia ser feliz simple y naturalmente todo lo que quisiera, dentro de los limites de su palacio. Su humor tonto formaba sonrisas sinceras tanto en las caras de los mas altos cargos de la corte, como entre sus sirvientes, quienes se complacian al ver su amplia sonrisa, sus ojos brillantes y sus anecdotas cotidianas.
No era el mas diestro en las artes pero su encanto las hacia creaciones fantasticas en las criticas de los observadores. Su presencia era muy esperada y bien recibida en todos los hogares de su reino. Amaba a los niños y gozaba como ellos, de su fortuna de forma tan natural que no comprendia mas alla de que el disfrute era parte de ser principe.

Ambos principes sufrian de soledad, detalles de sus personalidades y su sangre los condenaban a uniones arregladas por convenimiento. Este hecho los llenaria de mentiras, vacio, infidelidad, insastisfaccion y mas soledad a sus vidas.
Sin embargo no era hora de pensar en su futuro seguro e irremediable.

Para las fechas patrias de octubre Justino decidio tomar unas vacaciones a la costa. Penso disfrutar de unos dias tranquilos llenos de sol. Se disfrazo de turista y degustando un trago una noche en un local de luces bajas y musica alta conoció una joven y sensual morena llamada Antonella. Ella inmediatamente supo que no era local y con la seguridad y curiosiad infinita que la caracterizaba, lo invito a bailar. El ovacionando su exito inmediatamente auguro una noche divertida con aquella mujer sorprendente. No se equivoco, Antonella era lo opuesto, la mas real y autentica mujer que pudo haber conocido en toda su vida. Ella le invito mas tragos e intercambiaron anecdotas de sus oficios. Ella era impresionantemente culta e inteligente hizo mover los cimientos de Justino. Ademas sabia el lugar y momentos precisos de como llegar al cuerpo y alma de Justino sin que supiera que su intencion era seducirlo.
Antonella era la version opuesta de lo que el tenia establecido para que una mujer le agradara, e inconcientemente se pregunto de donde salia tanta belleza rara. No pudo creer que esta mujer que ya queria querer estuviera con el compartiendo un baile y muchos tragos.

Antonella tenia la fortuna de ser libre e independiente y el poder codiciado de hacer con su vida lo que a ella le diera la gana. Sumado a su mente abierta, su belleza exotica y modales perfectos, su contextura corporal llamativa, hermoso cabello, ojos dulces y embriagante voz hacia que puertas se abrieran, murallas y montañas se movieran y muchas miradas masculinas la rodearan. Esta vez abrio el corazon de Justino y amo cada caracteristica de su personalidad casi inmediatamente despues de terminar su primer baile.

Tres dias de compañia fueron suficientes, Antonella sabia que no seria eterno, Justino cerro nuevamente su corazon, aunque dejo pistas de un lugar donde ella podia posiblemente encontrar una llave. Al despedirse, Justino se dibujo en la cara una tonada de añoranza. Antonella reinaria en sus recuerdos.

Eduardo un dia festivo de noviembre cantando alrededor de un fuego y de brindis interminable, conocio a Antonella. Ella tenia varias horas escuchando sus anecdotas y cuentos. En cada pausa de los relatos cruzaba sus miradas, e interrupia con comentarios burlescos, haciendo que Eduardo avistara sus atributos y se llenara de inseguridades al no poder preveer si lo que hacia ella era simpatia o ridiculizar sus actuaciones. No termino el pensamiento de que ella era grotescamente extrovertida y sexy, cuando ella le dijo que su nombre era Antonella y que hoy queria de su vino y queria besarlo. Mirando su escote Eduardo dijo que si y que se sirviera los tragos que quisiera. Sorprendido se su repentina fortuna le pidio que lo acompañara durante toda la semana del Festival.
No me dejes solo nunca, le pidio el a ella. Ella quedo envuelta en una relacion simbiotica y sencillamente feliz. Ella lo llenaba de pasion y compañia, él de amor y proteccion.

En su mente Antonella analizo la falsedad de su vida, creyo estar en una relacion vacia, llena de culpas los dias en que recordaba a Justino. Antonella se sumergio en un triangulo amoroso demasiado incomprensible. Sin embargo jamas dejo de amarlos, ni comparo lo mejor o lo peor de uno del otro porque esos amores eran complementarios y necesarios para su felicidad. Eran dos hombres totalmente distintos entre si, amados por igual, que la amaban inmesamente a pesar del tiempo y la distancia. Sinceramente ella no sabia por que amar a dos principes azules si esos cuentos no eran reales.
Quiso convencerse de ello encontrando muchas veces la llave de Justino y refugiandose en el amor de Eduardo, una y otra vez. A pesar de conocer su destino de soledad por ser una mujer que ama a dos hombres, siguio con el tiempo hasta poder decidir por un amor que pesara mas.
Un dia sentada en una de sus mentiras con la maleta hecha en mano,con direcciones distintas y propuestas distintas para pasar las navidades, viendo un anuncio que decia "reino norte","reino sur" cuya foto era de Justino y Eduardo tomandose de las manos con unas amplias sonrisas, supo que los principes se conocian y por ende en cualquier momento su mascara caeria. Ellos no creerian que ella los amaba por igual. Recordo entonces que su vida no convencional la opacaba con sombras, al no cumplir con lo que dicen de una mujer que debe amar a un solo hombre.
Entonces supo que no era normal, que no seria jamas de sangre real, por no haber nacido princesa. Y que no debia llenar su vida de mas absurdos e imposibiliadades, menos de sumar a su bien elaborada y comoda soledad otra predestinada soledad.

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