viernes, 13 de mayo de 2011

Tú que estás donde debes estar

En lo efímero de un beso que tal vez medio segundo después olvidé,

quedaron retoñando esas ganas que no quería tener más.

Cuando en un instante inconcientemente tu estabas poblando mis fronteras,

y ya tenías tus brazos alrededor de los límites que me separan de la gente extraña.

Entonces,

¿Cómo no reíme en tu sonrisa?,

Si descubrí que tienes la destreza de moverte con mi cuerpo y reproducir mis emociones en tus emociones.

Entonces,

¿Qué fué eso?

Sólo un beso,

una madrugada,

una sonrisa,

una sola noche.

Desde ahí tu vida en mi vida quedó estampada.

¿Recuerdas ese momento?

¡Sí, ése en que se fundieron nuestras miradas!