martes, 9 de agosto de 2011

Florecen sólo para mi las rosas tornasol.

Dependencia, obsesión, paranoia, angustia, estrés, desvelos, anhelos y depresión.
Emoción, ilusión, desengaño y el mal sabor de una mentira mal vivida.
Al caminar por una vereda ya conocida, puedes cerrar los ojos ya que la inercia del recorrido te llevará frente al rosal que siempre espera por las lágrimas que le sirven de comida.
Abres los ojos, sientes el sol a tus espaldas.
Hasta en las aguas más salobres hay vida, hasta en la tristeza más profunda cabe una sonrisa.
Descubres que dentro sigue la luz encendida.
Una rosa te habla, te recuerda que ésta es tu casa, sólo que tu estabas perdida.
Independencia, tranquilidad, serenidad, descanso, alegría, paz, tu misma...


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